COMO ES LA CRUZ


LA CRUZ AL DESNUDO


No había llegado fray Pedro Carralero al pozo del "Miravete" cuando Antón Díaz y su esposa ya habían colocado la cruz en un lugar mas digno que el que le había asignado el franciscano en la cocina. La esposa de Antón Díaz buscó y rebuscó en su arca hasta que dio con un retal de estambre de colores que, entre Antón Díaz y ella, clavaron en la pared de su dormitorio, conforme se entraba, a la izquierda, debajo de una estampa de la Virgen del Carmen. Sobre el retal de estambre clavaron un clavo en la pared y en él engancharon la cinta o cuerda de hilo que pasaba por el agujero que la cruz tenía en la parte superior del brazo vertical. De esta forma, la cruz quedó colgada a una distancia del suelo de más de un estado. A una vara de la cruz estaba una artesa sobre un arca. El padre Garcés de la Cañada, en su declaración, dice ante el juez de comisión, don Andrés de Munera y Romero (cura propio de El Bonillo) y el comisario de la InqUisición, don Juan Bautista Davia, que "se puso de pie asiéndose para ayudarse de una artesa, donde había alguna harina, que estaba encima de un arca y a los pies del Santo Cristo".

El cura propio de la parroquia de El Bonillo y juez de comisión, licenciado don Andrés de Munera y Romero, dice en su escrito al Cardenal-Infante (Cardenal de Toledo): "teniendo un vecino de esta villa una hechura de una imagen de Cristo crucificado pintada en una cruz de tabla muy delgada" ... y añade: "tenía la cruz colgada sobre un pedazo de sarga porque, por su pobreza, no podía tenerla con más decencia ... " En su contestación, el Cardenal de Toledo ordena al cura propio: "mandamos que no se haga más novedad, por ahora, de tenerla en lugar decente".

Cristo de los Milagros. Fotografía realizada por Luis D. Carrión

Miguel de Ribera, pintor y decorador, de Villarrobledo, declara el 22 de abril de 1640: "en cuanto al arte, la pintura del Santo Cristo, por sólo lo que es pintura, es cosa prodigiosa porque es tan excelente y superior que, cuando no fuera más que la pintura, era de gran veneración y estimación, y que es de pincel muy delgado, de pintura al ólEm muy suave. Añade que la cruz es de madera de nogal sólida, maciza y delgada".

Fotografía de la JCCM
Juan de la Plaza, pintor, vecino de El Bonillo, también declara en la misma fecha: "está pintado el Santo Cristo en un palo de nogal muy seco, y dicho palo es de naturaleza muy sólido y macizo, y la pintura es muy delgada y muy antigua. El color de la cara está pintado con oro pimente, y la cabeza con fuego y rejalgar, y la pintura del Cristo es de las más primas y superiores que ha visto en su vida, tanto que provoca a reverencia y devoción grandes porque la cabeza del Santo Cristo es de la mayor primor y vi vez que hay en el Arte de la Pintura".

Francisco Romero Auñón, pintor, vecino de Lezuza, en la misma fecha declara: "la pintura consta de ser muy antigua y delgada y pintada en una cruz de nogal que de su naturaleza es muy sólida y maciza".

El médico don Luis Calvache Piñero dice en su declaración: "y menos puede sudar la madera de nogal por ser ella en sí, por su natural, tan sólida y densa".

El padre Garcés de la Cañada añade en su declaración: "... las espaldas de la santa cruz en donde hay asimismo colores y pinturas por estar en ellas representados los pasos de la Pasión con los mismo matices y colores ... y madera de que es hecha la cruz muy seca y muy delgada, y la pintul antigua, primorosa y devota".

Antón Díaz dice en su declaración: "por detrás tiene pintados la cruz lé vestiduras de Cristo, la corona de espinas y las demás insignias de la Pasión ... ".

La cruz estuvo colgada sobre la sarga de estambre en el dormitorio e Antón Díaz hasta las once de la mañana del segundo domingo de Cuaresma (4 de marzo) de 1640, en que por el comisario de la Inquisición, don Juan Bautista Davia, y cuatro sacerdotes que le acompañaban fue llevada a la pi rroquia en donde fue colocada en el altar mayor, en un nicho, bajo llave que se guardó el cura propio don Andrés de Munera y Romero.

Y ésta es la cruz de nogal, con un Cristo pintado -el Cristo que sudó- Lo demás: relicario, andas, templete, plata, arte toledano ... , vino después.

Antón Díaz declaró que "cuando ofreció la cruz al padre Garcés de Cañada, éste le contestó que el Santo Cristo no convenía que estuviese en el convento porque no quería buscar pleitos ni discusiones con la Iglesia".

La tercera esposa de Antón Díaz -la que le abandonó - debió preocuparse muy poco de la cruz, pues, desde 1639 en que contrajeron matrimonio, no se molestó en limpiarla. El cura Munera y Romero escribió: "la cruz parecía tener por delante y por detrás polvo como de harina".

La iglesia a la que la cruz fue llevada desde la casa de Antón Díaz no e la actual. Era gótica, ocupaba desde donde están hoy las pilas del agua bendita hasta la Puerta de la Plaza, y se edificó en los primeros años d siglo XV. La construcción de la actual se empezó el 19 de mayo de 169 casi sesenta años después del sudor del Santo Cristo, y se terminó defir tivamente en el año 1728.

Fragmento extraído de "El Santo Cristo de mi Lugar" escrito por Enrique Játiva Moral. El Bonillo. 1982.